jueves, 31 de agosto de 2017

PARA GARANTIZAR LOS DERECHOS


Si bien tenemos una ley que en su letra garantiza el respeto a los Derechos de las Niñas y Niños, sabemos que se está muy lejos de que el Estado  se los garantice  en su  vida cotidiana.
Alguno de esos derechos, como el de gozar del medio ambiente, el  de tener viviendas dignas, acceso a bienes culturales, y recreación, etc., dependen en definitiva de políticas públicas estructurales que si se garantizan al niño toda la comunidad se ve contemplada y beneficiada.
Pero los derechos a la salud y la educación, deben direccionarse eficazmente hacia ellos/ellas
Copio los  dos artículos principales de la ley Nº 26.061 , para que dimensionemos el enorme alcance de los mismos y, a la vez, la enorme distancia con la realidad y la necesidad de que las estrategias y recursos se complementen. Porque sabemos que si en nuestra escuelas cientos de niños, niñas y adolescentes tuvieran atención integral de su salud, “en tiempo y forma” mejorarían su desempeño educativo y en consecuencia todo lo demás.

ARTICULO 14. — DERECHO A LA SALUD. Los Organismos del Estado deben garantizar: a) El acceso a servicios de salud, respetando las pautas familiares y culturales reconocidas por la familia y la comunidad a la que pertenecen siempre que no constituyan peligro para su vida e integridad; b) Programas de asistencia integral, rehabilitación e integración; c) Programas de atención, orientación y asistencia dirigidos a su familia; d) Campañas permanentes de difusión y promoción de sus derechos dirigidas a la comunidad a través de los medios de comunicación social. Toda institución de salud deberá atender prioritariamente a las niñas, niños y adolescentes y mujeres embarazadas. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la atención integral de su salud, a recibir la asistencia médica necesaria y a acceder en igualdad de oportunidades a los servicios y acciones de prevención, promoción, información, protección, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y recuperación de la salud.

 ARTICULO 15. — DERECHO A LA EDUCACION. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la educación pública y gratuita, atendiendo a su desarrollo integral, su preparación para el ejercicio de la ciudadanía, su formación para la convivencia democrática y el trabajo, respetando su identidad cultural y lengua de origen, su libertad de creación y el desarrollo máximo de sus competencias individuales; fortaleciendo los valores de solidaridad, respeto por los derechos humanos, tolerancia, identidad cultural y conservación del ambiente. Tienen derecho al acceso y permanencia en un establecimiento educativo cercano a su residencia. En el caso de carecer de documentación que acredite su identidad, se los deberá inscribir provisoriamente, debiendo los Organismos del Estado arbitrar los medios destinados a la entrega urgente de este documento. Por ninguna causa se podrá restringir el acceso a la educación debiendo entregar la certificación o diploma correspondiente. Las niñas, niños y adolescentes con capacidades especiales tienen todos los derechos y garantías consagrados y reconocidos por esta ley, además de los inherentes a su condición específica. Los Organismos del Estado, la familia y la sociedad deben asegurarles el pleno desarrollo de su personalidad hasta el máximo de sus potencialidades, así como el goce de una vida plena y digna.

Estos dos artículos deberían relacionarse en cuanto a los “cómo” garantizarlos.
Habiendo pasado la mayor parte de mi vida laboral en escuelas, ya sea como docente que como parte de equipos directivos,  me he  hecho eco de las angustias y padeceres de muchos padres que durante meses peregrinan a los hospitales de la zona pidiendo atención sico-pedagógica y/o fonoaudiológica para alguno de sus hijos con dificultades en el aprendizaje. Simultáneamente escuchamos a  los docentes comentar su  sentimiento de impotencia y muchas veces frustración cuando ponen toda la “leña al fuego”, para sacar adelante a estos/as niños/as, pero sintiendo una limitación y desorientación.
Pasan así meses y años en una etapa donde los fracasos, y la baja autoestima consecuente  afectan negativamente la subjetividad de nuestros chicos. 
Habiendo estado diez años en una escuela del NO de Santa Fe, para ilustrar y ejemplificar mejor transcribo parte de un informe que habíamos elevado al Gabinete social, planteando la problemática y sugiriendo soluciones.        


“En el Hospital más cercano a nuestra escuela, hay solamente una sicopedagoga en consultorio externo, con pacientes en una  lista de espera que supera las posibilidades de atención. En el mismo nosocomio durante este año,  no hubo ni hay atención fonoaudiológica, ya que la titular está con trámites jubilatorios y nadie la reemplaza.                                                               
En el otro hospital de la zona  se atiende sólo a pacientes con problemas neurológicos y adolescentes y la fonoaudióloga, atiende sólo las derivaciones hechas por sicólogos. Pero demás está aclarar que la necesidad de fonoaudiología se da fundamentalmente  en la primera infancia.                         

Las escuelas de la zona, participan de programas nacionales y provinciales tendientes a evitar la repitencia, el fracaso y la deserción de los alumnos, pero no existe un acompañamiento eficaz, sistemático y permanente de equipos que apoyen a algunos niños con dificultades más serias  y asesoren a docentes. Los existentes están sobrepasados en su capacidad y  la  escolarización de los niños, que tiene tiempos acotados por un  sistema , hace que  un año mendigando  atención sico-pedagógica , sea  un año perdido. También observamos que los problemas  detectados y documentados en los Carnets de Salud del Niño, no se acompañan con políticas suficientes para su atención. Entonces , decimos que  los derechos del Niño, tantas veces declamados, en la cotidianeidad están vulnerados prácticamente todos, en este caso el derecho a la educación y a la salud."

Por todo lo descripto y porque además muchos alumnos no cuentan  con la organización familiar que garantice la búsqueda de turnos, luego su cumplimiento, sistematización en el tratamiento etc. sostengo que es en la escuela primaria donde se deben poner a disposición de los chicos y chicas todos los recursos que garanticen sus salud integral y junto a ella la educación sería inmediatamente beneficiada.
Es la escuela primaria el  ámbito donde aún los niños cuentan con la contención por parte de una escuela que se preocupa por sus problemáticas y con cuyos docentes se puede mantener una permanente comunicación y seguimiento
Todavía en esa etapa sus familias están casi siempre presentes , aún en aquellos casos de situaciones socio-culturales y económicas complejas.
Entonces redireccionando recursos y garantizando en esta etapa los dos derechos, seguramente tendremos más chicos en las secundarias, menos con adicciones, menos complicados en el delito y menos jóvenes presos y/o  muertos.

Pasado en limpio,  la propuesta es que todas las escuelas primarias cuenten con equipos  profesionales  y socio-educativos permanentes,  en la cantidad suficiente definida  por  las matrículas y las características  sociales de los alumnos y familias. Implica que sicólogos, sicopedagogos y fonoaudiólogos puedan tratar en las escuelas a aquellos niños que manifiestan dificultades serias . Paralelamente asistentes sociales se aboquen al fortalecimiento familiar y a su inserción en diferentes propuestas públicas de desarrollo.

Otra propuesta , pensando en la cantidad de adolescentes que terminando la primaria, fracasan en la escuela secundaria por diferentes motivos, pero entre ellas , la no adecuación de sus estructuras que son francamente expulsivas, como las repitencias infinitas sólo porque no aprueban algunas materias, sostenemos que la secundarias debería ser de promoción permanente o sea se aprueban materias o no, como en la Universidad, sin que ello signifique “repetir el año”.

En este sentido también se debería ofrecer otras alternativas para aquellos alumnos que no tienen interés en una secundaria común . Por eso los CECLA ( Centros de Capacitación Laboral) deberían abrir sus puertas en horarios diurnos, vespertinos y además mantener el nocturno, como es el exclusivo horario en la actualidad.